Llevo unos días de biblioteca donde me enamoro prácticamente a diario. Si, estoy hablando de amor. Hablo de acercarme a esa chica, de prometerla cielo, tierra, cosmos, universo y una bolsa de chetos y cumplirlo. Hablo de Querer, comprender, cuidar y compartir mi vida entera sin saber cómo se llama.
Me ha pasado 2 veces ya, la primera mucho más fuerte que la primera, os pondré en situación.
Estaba escuchando a Julia Holter en KEXP, algunos de sus temas con su voz, su cara y sus GAFAS DE PASTA y de repente la vi.
En la mesa de enfrente estaba una chica preciosísima estudiando, con sus gafas de pasta y su cara de aburrimiento totalmente ajena a mi mirada. Me quedé embelesado durante minutos, ella se levantó y se sentó en un sofá cercano donde se quedó dormida. Era ternura, un manantial especial y apartado de todo de ternura infinita. Ya me diréis qué es en comparación con un manantial de ternura infinita unos apuntes sobre el tratamiento de la anorexia nerviosa en hospital infantil.
Pasé más de una hora pensando qué decirle, cómo decírselo, buscando esos auto-impuestos y ajenos "momentos perfectos".
Cuando aún seguía elaborando la frase en mi cabeza, y mis amigos me presionaban para que me levantara a decirle algo ella se levantó, se puso el abrigo de manera coqueta mientras me miraba y se fue.
Me lo tomo a broma, sé que es absurdo pero hubo vacío en mi pecho, por ridículo que suene os juro que la presión de estómago a garganta no dejaba respirar.
Bueno hoy he estado pensando en que la veía, ella estaba de pie y yo me acercaba y le recitaba "Después de un cómo te llamas", poema que escribí hace años y ella me miraba, sonreía y me decía su nombre. Después liberaría parte de toda esa ternura en dos besos y me daría su teléfono.
Esta tarde he visto la animación de Disney nueva sobre el enamoramiento y será puramente estúpido, pero algo así tiene una proporción de pureza, de sencillez.
La vida real quizá no funcione así, yo soy el primero en protegerse con muchas defensas, en ser cauto, en tener relaciones sin trascendencia y en ligar por pura atracción física. Pero también me permito momentos donde oxigeno esta parte de mí, para que tome unas bocanadas de aire, para que beba un poco de agua y sobretodo no muera.
María, una chica valenciana solo por ser de una comunidad autónoma ya me ha recordado a Paula, ya me ha hecho pensar en coincidir con ella cuando vaya a Gandía... Ya ha abierto un prado de "Y sis" floreciendo ante mis ojos, tentándome para que me pierda en ese campo de quizases.
Quedan ya pocos días de biblioteca.
miércoles, 29 de enero de 2014
miércoles, 22 de enero de 2014
Pasivo-Agresivo
Busco un concepto puro en las relaciones, algunos ya sabréis un poco de que va eso. En una relación física busco libertad. Busco cenar algo rico, beber vino y hablar de cosas divertidas. Busco reírme y a la tercera copa de vino sentir como se me corresponde con una mirada provocativa, levantarme de la mesa y acostarme con esa chica entre risas y por que no, jadeos. En algo así no hay margen para el rencor, las dobleces no se pueden mantener ocultas y no hay espacio para las miradas extrañas y comprometedoras. Busco poder hablar todo con total libertad, la cosa se va un poco de madre o simplemente se acaba y mantener una buena relación, ser un buen amigo todavía.
Con mis amigos me gusta poder hablar de cualquier cosa. Por supuesto reírme de todo, pero también poder hablar sin sentirme juzgado. Me gusta la comprensión, el cariño y la tranquilidad, no los juicios de valor absurdos o justificados. Con esto no quiero decir que me tienen que regalar los oídos, pero las críticas deben ser afectuosas y constructivas, como no. Una vez más no hay margen para el rencor pasado, para los: ahora te la suelto. Ni para las envidias extrañas o esos dobleces que una vez más se entreveran entre muchas frases, entre muchas miradas que acaban ladeadas.
Con una pareja debe darse todo eso a la vez, debe ser un espacio de paz, genialidad y alegría, donde quepa todo. No hace falta que me extienda, ya me entendéis.
Hay muchas cosas que no tengo claras en la vida, hay mucho que no se, pero sí que se algo que no quiero. No quiero esa mierda pasivo-agresiva que tiene mucha gente mala. No quiero reproches camuflados en bromas o puyas absurdas por rasguños del pasado. Somos suficientemente viejos para tener cicatrices, pero no quiero pagar toda mi vida cicatrices que causaron otros o por rasguños que alguien se empeñó en auto-infectar.
Quiero relaciones sanas, quiere salvar todo lo puro que encuentre a mi alrededor en este mundo horrible y resguardarlo con todas mis fuerzas de todo mal. En un proyecto tan ambicioso no cabe gente tóxica, gente mala que vive en guerra continua vengándose con sus seres queridos por un auto-atribuido derecho absurdo.
Me desprendo de gente que no vale los restos de un cenicero.
Con mis amigos me gusta poder hablar de cualquier cosa. Por supuesto reírme de todo, pero también poder hablar sin sentirme juzgado. Me gusta la comprensión, el cariño y la tranquilidad, no los juicios de valor absurdos o justificados. Con esto no quiero decir que me tienen que regalar los oídos, pero las críticas deben ser afectuosas y constructivas, como no. Una vez más no hay margen para el rencor pasado, para los: ahora te la suelto. Ni para las envidias extrañas o esos dobleces que una vez más se entreveran entre muchas frases, entre muchas miradas que acaban ladeadas.
Con una pareja debe darse todo eso a la vez, debe ser un espacio de paz, genialidad y alegría, donde quepa todo. No hace falta que me extienda, ya me entendéis.
Hay muchas cosas que no tengo claras en la vida, hay mucho que no se, pero sí que se algo que no quiero. No quiero esa mierda pasivo-agresiva que tiene mucha gente mala. No quiero reproches camuflados en bromas o puyas absurdas por rasguños del pasado. Somos suficientemente viejos para tener cicatrices, pero no quiero pagar toda mi vida cicatrices que causaron otros o por rasguños que alguien se empeñó en auto-infectar.
Quiero relaciones sanas, quiere salvar todo lo puro que encuentre a mi alrededor en este mundo horrible y resguardarlo con todas mis fuerzas de todo mal. En un proyecto tan ambicioso no cabe gente tóxica, gente mala que vive en guerra continua vengándose con sus seres queridos por un auto-atribuido derecho absurdo.
Me desprendo de gente que no vale los restos de un cenicero.
domingo, 19 de enero de 2014
Días de estudio
Los días pasan lentos e iguales en tiempos de biblioteca.
Son también días de música, de viejos y fantasmas y de amigos. La estructura se repite en un ciclo continuo y se produce un fenómeno curioso.
Bueno, aquí me despierto a las 8, me ducho con música a volumen medio para no despertar a toda la casa, desayuno en la cocina y a las 9 y poco estoy en la biblioteca.
La secuencia dicta: Estudio, descanso, estudio, comida, estudio, descanso, estudio, casa, cena, serie, cama (bis x 20).
Lo raro no es la rutina, es la monotonía. rutinas ya tenía antes.
De este modo se produce un fenómeno curioso como decía, algo que me encanta: Habitualmente pensamos en el pasado. Cualquier tiempo pasado fue bueno... todo eso. Pensamos también en el futuro, pero en el futuro lejano. Pensamos en el verano, en cuando acabe la carrera y en que oficina del INEM me apuntaré con mi flamante Master.
Bueno, en la biblioteca la vida se ve de modo diferente. Vives el presente. Vives en el estudio, en la canción, el piti o el descanso. Vives en los amigos de alrededor y en el Whatsapp. El futuro queda mucho más cerca, el futuro es el fin de examenes. Ni siquiera las notas están presentes, solo importa el día donde todo acabe y se cierre el círculo.
Claro que a algunos se nos asoman viejos fantasmas, pero son ecos. Son cantos graves pero de bajo tono que dicen: no me olvides. Son un recordatorio del pasado que se abre camino diciendo: existo, formo parte de ti.
Se valora más la distracción, la cena con amigos, la serie nueva en el ordenador y todo lo que me salve de la monotonía. Algo que nos lleve del presente a otra alternativa, un margen fuera del tiempo mientras el tiempo sigue corriendo.
Ánimo chaval, quedan dos semanas.
Son también días de música, de viejos y fantasmas y de amigos. La estructura se repite en un ciclo continuo y se produce un fenómeno curioso.
Bueno, aquí me despierto a las 8, me ducho con música a volumen medio para no despertar a toda la casa, desayuno en la cocina y a las 9 y poco estoy en la biblioteca.
La secuencia dicta: Estudio, descanso, estudio, comida, estudio, descanso, estudio, casa, cena, serie, cama (bis x 20).
Lo raro no es la rutina, es la monotonía. rutinas ya tenía antes.
De este modo se produce un fenómeno curioso como decía, algo que me encanta: Habitualmente pensamos en el pasado. Cualquier tiempo pasado fue bueno... todo eso. Pensamos también en el futuro, pero en el futuro lejano. Pensamos en el verano, en cuando acabe la carrera y en que oficina del INEM me apuntaré con mi flamante Master.
Bueno, en la biblioteca la vida se ve de modo diferente. Vives el presente. Vives en el estudio, en la canción, el piti o el descanso. Vives en los amigos de alrededor y en el Whatsapp. El futuro queda mucho más cerca, el futuro es el fin de examenes. Ni siquiera las notas están presentes, solo importa el día donde todo acabe y se cierre el círculo.
Claro que a algunos se nos asoman viejos fantasmas, pero son ecos. Son cantos graves pero de bajo tono que dicen: no me olvides. Son un recordatorio del pasado que se abre camino diciendo: existo, formo parte de ti.
Se valora más la distracción, la cena con amigos, la serie nueva en el ordenador y todo lo que me salve de la monotonía. Algo que nos lleve del presente a otra alternativa, un margen fuera del tiempo mientras el tiempo sigue corriendo.
Ánimo chaval, quedan dos semanas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)