"Es una persona con la que puedo pasar la tarde con una bolsa de patatas y un litro y no echar en falta nada".
En su día me hizo pensar esta frase, otra Paula fue la que me hizo pensar de nuevo, remover un poco los esquemas no esta de más nunca.
¿Qué estoy haciendo? En serio, ¿Cómo he podido perder la perspectiva de este modo?.
Me explico: Los planes elaborados son geniales, ir a ver una buena exposición, una peli interesante al cine, al teatro o a escuchar Jazz en vivo son cosas que siempre me encantará hacer, y más con una persona que me parezca distinta.
Pero siento que me he perdido en todo eso y se me han olvidado totalmente los martes de "¿Quedamos un rato esta tarde?", los días sin un pavo y sin casa libre que pasar en cualquier parque, en cualquier sitio.
Esos días donde toda la compañía, todo lo necesario te lo da la persona que tienes a tu lado, o con un poco de suerte sobre ti.
Esa sensación tan cojonuda de estar deseando que la persona que tienes delante, por miedo que te de ser vulnerable, te conozca como nadie, te conozca mejor de lo que tú mismo te conoces con tantas dudas y tantas vueltas.
El poder desentrañar minimamente el caos tan extraordinario que representa la otra persona y sentirte jodidamente afortunado por poder formar parte de él, por poder admirarlo, por ser testigo de todo aquello.
No ha llegado mi momento, yo lo se, y joder he escrito ya mucho y lo que me queda de las chicas con quien me he sentido capaz de llegar a algo así y no pudo ser.
La ansiedad de este pensamiento esta bañada de calma, no hay angustia ya por no haberla conseguido con quien amé. Si, hay algo de vértigo por lo que puede venir, pero todo es mucho mas fluido sabiendo esto, las cosas naturales, sin forzarlas y sin analizar. Las sensaciones que poco engañan y los viajes, conocer gente y culturas, la música... en ese marco ¿como no iba a ser cojonudo?.
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